Hecho a partir de una serie de arcos de bambú que abarcan 19 metros, el Arco de la Escuela Verde de Bali está considerado como una de las estructuras más importantes jamás construidas con bambú.
Diseñada por el estudio de arquitectura Ibuku y utilizando aproximadamente 12,4 toneladas de Dendrocalamus Asper, también conocido como Bambú Rough o Bambú Gigante, la estructura liviana se terminó en abril de 2021.
Un edificio tan llamativo muestra la fuerza y versatilidad del bambú.Si a eso le sumamos las credenciales ecológicas del bambú, parecería un material excelente para ayudar a la industria de la construcción a reducir su huella de carbono.
Al igual que los árboles, las plantas de bambú secuestran carbono a medida que crecen y pueden actuar como sumideros de carbono, almacenando más carbono que muchas especies de árboles.
Una plantación de bambú puede almacenar 401 toneladas de carbono por hectárea (por 2,5 acres).Por el contrario, una plantación de abetos chinos puede almacenar 237 toneladas de carbono por hectárea, según un informe de la Organización Internacional del Bambú y el Ratán (INBAR) y la Universidad Tecnológica de Delft, en los Países Bajos.
Es una de las plantas de más rápido crecimiento en el planeta: algunas variedades crecen hasta un metro por día.
Además, el bambú es una hierba, por lo que cuando se cosecha el tallo, vuelve a crecer, a diferencia de la mayoría de los árboles.
Tiene una larga historia de uso en la construcción en Asia, pero en Europa y Estados Unidos sigue siendo un material de construcción especializado.
En esos mercados, el bambú tratado con calor y productos químicos se está volviendo más común para pisos, encimeras de cocina y tablas de cortar, pero rara vez se usa como material estructural.
Hora de publicación: 16 de enero de 2024